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El Dolor Crónico

 

Según la IASP (Asociación Internacional Para el estudio del dolor) “el dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a una lesión presente o potencial o descrita en término de la misma”.

¿Qué significa? El dolor no es solo y únicamente un síntoma físico: la experiencia del dolor es mucho más compleja, en el influyen tanto procesos fisiológicos cuanto factores cognitivos-evaluativos y motivacional-afectivos.

Para comprender este concepto basta pensar en una experiencia de dolor intenso: un futbolista que recibe una falta muy dura por un adversario durante un partido muy importante para su equipo. Normalmente ese futbolista quiere seguir jugando, muchas veces se enfada con el entrenador que prudentemente lo quita. ¿Cómo puede explicarse? No es que el futbolista no se ha hecho daño, sino que su cerebro esta tan concentrado en el partido, su motivación para jugar es tan intensa que queda un espacio muy reducido para el procesamiento de la experiencia del dolor: el futbolista recibe el input doloroso pero no le hace caso, demostrando que su motivación e interés por el partido pueden disminuir su percepción del dolor.

Con este ejemplo se pretende explicar que la percepción del dolor no depende únicamente de la gravedad de la lesión sino también del contexto evaluativo y del estado de ánimo en que se procesa la experiencia dolorosa. Por este motivo hoy en día se recomienda un abordaje al dolor multidisciplinar: médico y psicológico. Todos a lo largo de la vida hemos tenido episodios de dolor agudo: lo habitual es que, una vez detectado el problema a la origen y después de haberlo tratado, el episodio doloroso remita por completo.